Un viaje de asombro.

Nunca crei que a las doce partiera el avion, presenciamos el aterdecer desde gran altura, fue un viaje super extenso, a eso de las 10 pm finalizo el vuelo y pudimos bajar, mi cuerpo estaba agotado y junto a mi hija me hospede en un hotel, tomamos un ascensor y caminamos hasta la habitacion, descansamos y al dia siguiente tuvimos un amanecer muy agradable, le puse el vestido y zapatillas a mi hija, y junto a su muñeco de felpa fuimos en bicicleta al parque, el cual estaba lleno de naturaleza, flores y un lago el cual era muy visitado por un pez en particular, pues daba saltos muy epicos que incluso parecia volar, mi hija impresionada noto a lo lejos lo que creia ser un duende con gorro rojo y una perla en el mismo, me informo, asi que con curiosidad y algo de gracia fuimos tras él siguiendo el rastro de sus huellas, estaba muy asombrada de ver al duende muy a lo lejos entrando en una pequeña casa de madera que inmediatamente me recordo lo dulce que fue mi infancia ya que habia construido una en el arbol de limon en la antigua casa de mis abuelos, asi que sin dudarlo ambas fuimos a aquella casa sosteniendo una rama en cada mano para defendernos por seguridad, tiramos las bicicletas y con sigilo nos acercamos; sin avisar entramos y nos llevamos una enorme sorpresa, pues nos dimos cuenta que dicho lugar era mas grande de lo que parecia; habia una fiesta donde inclusive se encontraba una gran piscina, la fiesta trataba de una reina y esta tenia un enorme retrato en la pared, los duendes tambien se asombraron, pues su reina habia llegado; era mi hija.